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26.07.2021

Nueva colaboración de la Fundación Glòria Soler: Estudio CoronAvis

  • Emergencia COVID-19
  • Salud global
  • La coexistencia de diversas enfermedades y un sistema inmunitario comprometido hace que las personas mayores sean más vulnerables a pasar una COVID-19 grave. Siendo, pues, un colectivo de riesgo, es muy importante dedicar esfuerzos a caracterizar su nivel de protección contra el SARS-CoV-2, tanto después de haber pasado la infección como de haber sido vacunadas. En este sentido, IrsiCaixa y la Atención Primaria Metropolitana Norte del Instituto Catalán de la Salud (ICS) están estudiando, gracias al apoyo de la Fundación Gloria Soler, el grado de protección y la duración de la respuesta inmunitaria en las personas mayores que viven en residencias, después de recibir la vacuna o pasar la infección natural. Además, evaluarán como el envejecimiento del sistema inmunitario afecta a la creación de una respuesta inmunitaria protectora efectiva. Los resultados de esta investigación permitirán tomar decisiones clínicas, como establecer un calendario de vacunación en base a la respuesta inmunitaria.

    Hasta ahora, los estudios han demostrado que la respuesta inmunitaria contra el SARS-CoV-2 se mantiene, como mínimo, un año después de la infección. Sin embargo, la mayoría de estos estudios se han llevado a cabo en personas menores de 65 años. «En el caso de las personas mayores, el sistema inmunitario está envejecido y esta respuesta protectora puede ser menos eficiente y de más corta duración», explica Marta Massanella, investigadora principal del grupo de Investigación Traslacional en Inmunología y Envejecimiento (TRIA) de IrsiCaixa . El envejecimiento del sistema inmunitario que comenta Massanella es debido a la inmuno-senescencia, un proceso que sufren las células del sistema inmunitario con los años y que reduce su eficacia a la hora de combatir patógenos.

    La respuesta de un sistema inmunitario debilitado

    La infección o la vacuna del SARS-CoV-2 activan las defensas de nuestro cuerpo contra el virus. Esta respuesta consiste, entre otros, en la activación de las células B y T del sistema inmunitario, que producirán anticuerpos para impedir nuevas infecciones y eliminarán las células infectadas, respectivamente. «La función de estas células en las personas mayores no es igual de efectiva. Por eso queremos caracterizar cuál es la respuesta inmunitaria de este colectivo una vez se han vacunado, o después de haber pasado la infección de manera natural y con diferentes niveles de severidad «, detalla Massanella. «En concreto, queremos determinar el nivel y la calidad de la respuesta», añade.

    «Las muestras que tomemos a las personas mayores de las residencias servirán para evaluar la cantidad y la efectividad de los anticuerpos generados, la respuesta inmunitaria celular y el nivel de citoquinas producidas, que son unas moléculas asociadas con la inflamación», explica Macedonia Trigueros, investigadora predoctoral en IrsiCaixa.

    Determinar cuánto tiempo dura la protección

    Otro de los objetivos del estudio es entender cuál es la duración del efecto protector del sistema inmunitario tras vacunarse o pasar la COVID-19. «Esta información permitirá aumentar el conocimiento respecto la duración de los parámetros relacionados con la inmunidad, lo que permitirá decidir si es necesario ajustar el calendario vacunal», explica Nuria Prat, directora de la Atención Primaria Metropolitana Norte del Instituto Catalán de la Salud.

    «Para los adultos mayores la vacunación es especialmente importante, ya que sirve para impedir la infección y, por tanto, evitar casos graves, muy comunes en personas mayores de 65 años. Poder vacunar este colectivo ha permitido que la situación en las residencias mejore muchísimo «, añade Dolores Palacín, coordinadora de la parte operativa del estudio, de la Atención Primaria Metropolitana Norte del ICS.