12.06.2020
El COVID -19 ha afectado especialmente a las personas más vulnerables, entre las que se encuentran las personas mayores. La Fundación Glòria Soler ha querido acercarse a ellos y con la colaboración de jóvenes voluntarios de la Asociación ASTE, durante el confinamiento, se han recogido sus opiniones y consejos para gestionar esta situación.
Los mayores nos hablan de unión, serenidad y generosidad como claves para superar la crisis. Son palabras sabias dichas desde la experiencia y la serenidad que otorgan los años. Han sentido dolor, tristeza, vulnerabilidad, desamparo y miedo a morir en soledad. Pero también han enfrentado el aislamiento sin miedo, con valentía, resilencia, aceptación y resignación ante la adversidad.
ASTE (Asociación Solidaria con la Tercera Edad de Barcelona) es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja para promover relaciones intergeneracionales; creando puentes entre jóvenes y mayores, que enriquecen a ambas generaciones.
¿Cómo os habéis sentido en esta crisis sanitaria?
La crisis sanitaria nos hace más vulnerables a algunos colectivos, pero sin duda el momento que vivimos está poniendo a prueba a todas las generaciones, todos debemos responder a la misma emergencia y eso nos hermana, al tiempo que nos diferencia en nuestra manera de afrontarla.
¿Crees que estamos viviendo una situación que podría parecerse a alguna que tú hayas vivido en el pasado?
María: Sí, en cierto modo esta situación puede recordar a algunas epidemias sufridas en España en los años 50 y 60. O a los tiempos de guerra y postguerra. Pero hay cuestiones muy distintas, porque hoy se plantea un problema mundial, global, que no entiende de fronteras.
¿Qué cosas son iguales y que cosas diferentes?
Dolors: Ahora hay más alarma social, provocada por los medios de comunicación y el exceso de información. Antes había más desconocimiento y eso nos llevaba a resignarnos y aceptar con más facilidad.
Nuria: La gente en aquel entonces tenía poco conocimiento y poca información y no se alarmaba tanto como ahora. Las enfermedades usualmente se enfrentaban en las casas de las familias y en muy pocos casos en hospitales, era una manera más resignada de enfrentar la adversidad.
Lola: Se enfrentaba con más serenidad, por falta de conocimiento e ignorancia mundial.
¿Os parece que la situación de emergencia del virus se parece a una situación bélica?
Montse: Si, en cierto modo, aunque creo que es bien distinto porque en una guerra la gente sacaba su peor cara y no mostraba piedad alguna ante el resto. Sin embargo, ahora estamos viendo como todo el mundo se solidariza con los enfermos, con la gente que tiene que ir a trabajar, los médicos, los enfermeros. ¡Me parece maravilloso!
Joan: Esto es algo más pacífico, se podría llamar “guerra mundial silenciosa” la gente no lucha contra sí, sino que se enfrenta a un virus.
Mercè: Una de las grandes diferencias es que en las situaciones bélicas la tecnología se utilizaba para matar, ahora sirve para sobrevivir. En la guerra hay odio y enfrentamiento, ahora todo el mundo se ayuda y vamos todos a una, hay solidaridad.
Rosa: Como semejanzas diría que en ambos casos luchas contra un enemigo del que desconoces muchas cosas y eso provoca incertidumbre y miedo. También nos inquieta la incerteza del futuro y del fin de la situación.
Los mayores parecen no temer al aislamiento físico, pero si sienten temor a la soledad y el olvido, y temen a lo que les puede pasar a sus seres queridos. ¿Tenéis miedo al aislamiento?
Antonio: Estoy acostumbrado a estar solo. Sin embargo, mis temores son menos sobre mí, pero más por el impacto en otras personas cercanas a mí.
Mercè: Lo que siento es tristeza. A nuestra edad, cada día hay que vivirlo y aprovecharlo al máximo. No podemos permitirnos desaprovechar ni un solo minuto y este encierro nos está robando ese tiempo. Tengo la sensación de pérdida de vida.
Anna: Más que miedo al aislamiento, tengo miedo a la soledad y al olvido.
Teresa: Entiendo que es molesto pero necesario y me organizado la vida para vivir esta circunstancia de la mejor manera posible, he tenido tiempo de hacer muchas cosas que no hacía. No he tenido sensación de aislamiento, pienso que es cuestión de aceptar y tratar de adaptarse.
José: A los 92 años el confinamiento es muy distinto a otra persona que tiene 18. A los 92 años la vida la tienes detrás, los recuerdos son los que te hacen vivir. Los jóvenes que están confinados están atados de brazos y piernas porque tienen la sensación de tener que quemar cada día la vida. Las personas mayores pueden vivir confinadas de muchos recuerdos.
¿Qué les dirías a los dirigentes de un país para ayudarles a salir de una situación crítica?
Anna: Primero diría que se olviden de hacer campaña política en esta situación. No es hora de mostrar que mi partido es mejor que el tuyo y viceversa. Lo esencial es que unan fuerzas para poder acabar con esta crisis. Les diría que trabajen junto con otros líderes nacionales e internacionales, ya que el virus no conoce fronteras; que compartan información. Que se comuniquen con respeto y seriedad con el público. Que aporten datos de los expertos y que tomen decisiones basadas en la evidencia.
¿Cuáles crees que son las claves para afrontar una situación de crisis?
Mercè: Primero la calma, segundo un mensaje de unidad a la ciudadanía. Mientras más unidos estamos, más fáciles de afrontar son los problemas. Por último, mucha inteligencia y fuerza para poder tomar decisiones clave.
Joan: Sobre todo unión. Ser fuerte, valiente y seguir adelante.
Aurora: Para mí, seria respetar lo que nos dice el gobierno, entonces respetar el confinamiento y las medidas de protección, llevar mascarillas y tener cuidado.
Dolors: Pienso que lo más importante es no negar la crisis, después aceptarla, analizarla con frialdad, buscar caminos y pasar a la acción. Por otra parte, creo que la crisis colectiva es mas fácil de sobrellevar, porque no soy solo yo…, todos sufrimos lo mismo y eso nos hermana. En cambio, la crisis personal es más difícil de gestionar.
Roser: La clave está en la unión y en ser una sola fuerza. Solidaridad. Austeridad.
Dolores: La educación y el conocimiento son los que nos han hecho salir de las crisis. La ignorancia nos hace no tener armas para saber cómo poder luchar por salir de la situación. Con la educación y el conocimiento tienes herramientas para salir adelante. Educación y economía son las dos patas de nuestro bienestar.
¿Se vive igual una crisis cuando eres joven que cuando eres mayor? La opinión unánime de los mayores es que no.
Irene: Los mayores seleccionan más, priorizan las cosas que les preocupan, relativizan y analizan las consecuencias. También son más conscientes de su vulnerabilidad, y sienten miedo a la enfermedad y la muerte.
Anna Mª: Cuando eres joven tienes a tu familia detrás y no tienes menores a tu cargo, pero cuando eres adulto la responsabilidad recae en ti y debes renunciar a mucho por los tuyos.
Montserrat: Cuando eres joven piensas que queda mucha vida por delante, tienes más ánimo, más ganas de vivir… Cuando eres mayor no es que no tengas ganas de vivir, pero has vivido mucho y ya sabes que en la vida hay momentos de todo, hay momentos de alegría y momentos de dolor.
Joan: Para nada, de joven se siente más miedo. La experiencia de los años aporta mayor tranquilidad.
Dolors: Los mayores tendemos a la aceptación y la resignación. Al hacerte mayor te vas habituando a renunciar a cuestiones físicas y sociales. Te adaptas a las situaciones que van llegando, vives el presente con todas sus consecuencias. En cambio los jóvenes viven pensando en lo que tiene que venir, solo ven el futuro y ello les impide aceptar o disfrutar el momento que viven.
¿Qué cosas positivas creéis trasmitís las personas mayores? Tranquilidad, valentía, resiliencia, aceptación y la resignación frente a la adversidad. Enfrentamos el aislamiento sin miedo. Seleccionamos más los problemas, priorizamos las cosas que nos preocupan, relativizamos y analizamos las consecuencias.
¿Qué cosas negativas habéis sacado de esta crisis? Dolor, tristeza, vulnerabilidad, desamparo, miedo a morir en soledad.
Queremos dar las gracias a todos los participantes del proyecto, los mayores que han dado su opinión abiertamente y los jóvenes que han recogido sus palabras con interés.
Gracias: María, Dolors, Nuria, Lola, Montse, Mercè, Rosa, Anna Mª, Anna, Teresa, Inés, Aurora, Irene, Roser, Carmen, Adela, Luis, José, Antonio, Joan, Alexandra, Verona, Rita, Sergio, Alanis, Elsa, Judith, Mª José, Dona, Julia, Alba, Rocío, Miriam, Alejandro, Joaquín, María, Carolina, Miriam, Carla y Marta entre otros.
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